Un día decidió que era mejor alejarse, que ya no valía la pena estar cerca, la decisión no la puso mal, cada día era mas fuerte y con el paso del tiempo había aprendido a vivir con sus sentimientos y a dejar todo en manos del plan divino. Había aprendido que es mejor no forzar nada porque lo que surge de manera natural te llena el alma y te da fuerzas para seguir en esos momentos en que uno se siente muy débil. El no podía orientarla, las cosas estaban demasiado bien entre los dos pero el no era capaz de ver lo mucho que ella había crecido y madurado, eso tampoco a ella le importaba, pero sintió que debía hacerlo, total las cosas siempre estarían bien y podrían volver a tener comunicación sin importar el paso del tiempo. Ella nunca sabría que sentía el por ella, no bien definido sin embargo si sabía que no era amor. Además si ella le decía te quiero mucho, te adoro el tan solo respondía un yo también. Ella no sabía que pasaría, pero no le importaba, tan solo decidió dejar todo en manos de Dios.
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