Necesitaba hacerlo, muchos me odiarán, pero me percaté que realmente todo ya había terminado. Sólo llamé para decirle que no fuera tan monstruo, que la vida no era así, ir por ahí destruyendo mujeres. Sin embargo, de antemano, sabía que todo sería en vano, nada lograría, sí algo sí, la tranquilidad que le dije casi todo lo que pensaba, una pared entendió más que él, se los juro, sacó sus garras y me atacó diplomáticamente, revolvimos mucho y no llegamos a nada. Pidió que desapareciera, respondí que deseaba hacerlo. 'No te odio' me dijo, 'yo menos' contesté. No nos odiamos, no nos amamos, bronca nada más por cosas que el otro jamás podrá explicar o entender.
Me sorprendió que sus garras ya no me lastimaran, creo que ellas únicamente podían lastimar a la que era en el pasado, sólo a esa y ya no está. Me dijo 'seguí haciéndote la superada', contesté 'no me hago la superada hay muchas cosas por analizar'. 'Nunca te preocupaste' afirmé. 'Respeto a quien tengo al lado y no daba para hacer más' respondió, 'no dejabas de buscarme esa noche', 'sabías que no era yo', le dije. ¿Cómo querías que te subiera a mi auto así? Charla de dos locos que perdieron la comunicación. Hablamos mucho, casi una hora. Se terminó cortando y no iba a volver a atenderme. 'Te olvidás todo muy rápido' le expresé, 'Me conocés no soy como vos, me lastiman y miro hacia otro lado', contestó. 'Ahí está la capacidad de perdonar de cada uno' dije.
Acabamos discutiendo, no a gritos, creo que no entendiéndonos, pero sabía, todo sería así y dejé que no me molestara ni doliera nada. Le mandé un mensaje muy largo y ahí terminé todo, fue lo mejor, quizás no, pero todo fue así por algo, ya no me mato, nuestra historia terminó como empezó hace 8 años, como dos completos extraños, tan sólo que esta vez los dos sabemos y deseamos no volver a cruzarnos.
Quisiera prometer no volver a escribir del monstruo, ya es una etapa cerrada y no hay mucho por decir, mas sé que, tal vez, algún día los buenos recuerdos doleran y querré sacarlos, siendo esto, las palabras, mi mejor manera.
- Después de todo lo que pasó no se para qué llamás.
- Sabés como soy a pesar de todo siempre intento ayudar. Llamé sólo para decirte que no destruyas más vidas.
- No lo hago, no estoy con nadie que me quiera, soy libre, me gustan mucho las mujeres y todas conocen mi condición. Recién cuando decida casarme estaré bien con alguien y formaré una familia. Además para ellas tan sólo era un premio.
- Siempre te lo dije.
- No me gusta serlo.
No fue capaz de reconocer, aunque siempre tengo razón, lo mucho que a veces tengo la razón en cuanto a su vida, hace dos años que se lo venía diciendo que él era un premio para ellas, dos mujeres también que cayeron en las garras del monstruo.
- Bueno entonces hacé bien las cosas, porque no sé si te habrás preguntado por qué destruí tu auto.
- Si querías hacer daño lo hiciste.
- Cierto importa más un auto que una vida.
- Yo no te tiré al río y quise hablar con vos, antes de eso, antes del auto. Vos destruiste mi auto y no te hice nada. Además cómo querés que me preocupe por vos? La próxima vez si tenés un cuchillo me apuñalás.
- Jamás.
Era muy fácil para el monstruo sacar las garras e intentar dañarme, creo que lo lastimé, aunque no sé, es difícil atravesar las diversas corazas que tiene. Frases como: 'Me lo hubieras quemado me salía más barato', 'Estás perdida', 'Nunca ves nada' y 'Tu psicóloga te dice que estás bien para que sigas adelante, pero no lo estás'. Fueron varias armas que usó, únicamente quedaron ahí. El mal sabor por lo que un día fue y cómo terminó todo es lo único que nos quedó.
Le dije lo que quería decirle y algunas cosas se me quedaron u olvidaron, pero ya está, ya lo hice, no hay nada por qué ni para qué volver. Quizás lo extrañe, tuvo sus cosas buenas que obviamente no le quitan lo malo, sé que algún día nostalgia, melancolía, buenos recuerdos o como quieran llamarlo aparecerán y querré saber del difunto, no del monstruo, pero él ya murió y creo que si buscase no encontraría nada.
Cuando hablamos creo que los dos terminamos así, extraños, raros, porque más allá que todo murió fue demasiado lo que nos unió.
Me quedé sin palabras. Ya no sé que más decir, quizás no pueda escribir más de él porque se me acabaron las palabras y los sentimientos y todo. Sé que volveran, no del monstruo, de cosas lindas o al menos así lo deseo.

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